En momentos en que el Estado estadounidense socializa las pérdidas abismales de sus bancos, ¿cómo podría el Partido Republicano invocar su filosofía liberal o su acción en el poder? Una aplastante mayoría de estadounidenses las juzga aún más negativamente cuanto que el aumento de los precios de energía ha mermado su poder de compra ya herido por el encarecimiento del crédito y por el estancamiento de los salarios.
Entonces, con una eficacia que los años no han alterado, los republicanos hablan de otra cosa: de su patriotismo, de su autenticidad, de su apego a “los valores tradicionales”. Frente al storytelling (relato de vida) de Barack Obama, a la perspectiva de un desarrollo simbólico histórico que moviliza tanto a su favor como en su contra, despliegan el storytelling de Sarah Palin –madre de cinco hijos, gobernadora de Alaska, esposa de un campeón de carreras de trineo– y el de John McCain, “héroe (...)