El 95% de los servicios de agua potable y saneamiento en el mundo siguen en manos de empresas públicas, pero las grandes firmas del sector –tres de las cuatro principales son francesas (ver recuadro)– tratan de asegurarse el control del mercado en vías de privatización. Esto despierta la oposición de millones de ciudadanos en todo el planeta. Hasta tal punto que Veolia publicó un documento con sus argumentos para tratar de responder a las críticas de los altermundialistas; algo nunca visto hasta ahora.
Francia, sólo superada por Chile, Inglaterra y Gales, que privatizaron totalmente el agua, aparece como pionera de la participación de las empresas privadas en la gestión de ese recurso: ocho de cada diez habitantes reciben el servicio de un operador privado y la proporción llega a nueve de cada diez en las grandes ciudades. Se habla incluso de la “escuela francesa del agua”.
La posibilidad de que los municipios (...)