Cuando en diciembre de 1978, tres años después de los ataques de los jemeres rojos contra su territorio, Vietnam invadió Kampuchea Democrática –nombre que los jemeres rojos dieron a Camboya–, el mundo descubre los crímenes colectivos de los años de Pol Pot. Pero en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se establece un alianza entre Estados Unidos, China y sus aliados, para condenar “un cambio de régimen derivado de una intervención extranjera”. ¡Los camboyanos cometieron un error al salir de la barbarie de la mano de un aliado de la Unión Soviética!
Así que la República Popular de Kampuchea (RPK) no es reconocida. Quien seguirá ocupando durante los siguientes once años el escaño de Camboya en la ONU será el embajador jemer rojo Thiounn Prasith. Los verdugos representan a sus víctimas, mientras continúan masacrando a la población de las zonas que siguen bajo su control. Washington considera (...)