La ambigüedad persiste en las relaciones ruso-iraníes. Poco después de la presentación del proyecto estadounidense de sanciones ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el presidente Mahmud Ahmadinejad señalaba: “Nuestro pueblo ya no sabe si los rusos son nuestros amigos”. Sin embargo, el ex embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas, John Bolton, consideraba que luego de haber “bajado los brazos” en la instalación del escudo antimisiles en Polonia y República Checa, así como en la ocupación de una parte de Georgia por parte de Rusia, Barack Obama no había logrado finalmente de Moscú más que su predecesor George W. Bush, respecto de la cuestión iraní.
Sin embargo, dos hechos de importancia deberían demostrar con mayor claridad la dirección que toman las relaciones entre Rusia e Irán. Primero, la puesta en funcionamiento de la central nuclear de Bushehr, en el sudoeste iraní, que fue varias veces postergada por Moscú con (...)