Qué llevó a la joven Daphné Leef, 25 años, a inaugurar un grupo en Facebook para difundir la idea de un campamento de protesta en Tel Aviv? Hay una sola respuesta: la vivienda. En la capital israelí, el alquiler de un apartamento de dos o tres habitaciones aumentó un 11% en un año. De 742 euros en promedio el año pasado y 827 euros este año, representa una parte exorbitante de los ingresos de los inquilinos, muy superior a la norma internacional del 30%. Como muchos de sus conocidos, Leef tuvo que dejar su apartamento en el centro de la ciudad sin disponer de una alternativa.
El día indicado, el 14 de julio, un centenar de jóvenes en su mayoría provenientes de las clases medias altas instalaron sus tiendas de campaña en el boulevard Rothschild. Una semana después, la arteria central de la capital estaba cubierta por varios cientos de tiendas (...)