La sanidad en todo el Estado español está sometida a debate. El desarrollo tecnológico biomédico ha sido y es, en todo el mundo, vertiginoso, lo que permite que cada vez más, los cuidados básicos y el apoyo social sanitario esté condicionado a una tecnocracia médica. Son los profesionales sanitarios quienes deciden qué servicios médicos necesitamos, qué tecnología hemos de utilizar y, en definitiva, qué, cómo y cuándo debemos ser tratados.
El Estado del Bienestar garantiza la capacidad de ofrecer protección a las personas en materia sanitaria, sin la participación de uno de sus elementos clave, el usuario, el cliente, el enfermo, el paciente, conceptos distintos según la mirada ideológica del que analiza el Sistema Sanitario. Pero hoy, con el neoliberalismo imperante, el mercado sanitario tiene un horizonte de “rentabilidad” que obliga a que la competencia público – privado sea el elemento definidor de nuestra realidad, y es evidente, a la realidad (...)