“Proceden con grandes conceptos, tan grandes como vagos, la Ley, el Poder, el Maestro, el Mundo, la Rebelión, la Fe. De este modo pueden hacer mezclas grotescas, dualismos superficiales, la ley y el rebelde, el poder y el ángel”. Al hacerlo “arruinan el trabajo” que consiste en “formar” conceptos de fina articulación, o muy diferenciada, para evitar las amplias nociones dualistas”. Es en estos términos en los que Gilles Deleuze denunciaba en 1977 lo que denominaba el “pensamiento nulo” de estos “nuevos filósofos” de quienes decía: “viven de cadáveres”. No sorprende pues que, treinta años más tarde, estos “pensadores nulos”, estos grandes imprecadores, ya no tan “nuevos” pero tampoco “filósofos”, estén a la vanguardia para difundir en Francia, a base de mezclas grotescas, el concepto vacío de “fascismo islámico”, opuesto, en un dualismo superficial a la “civilización judeocristiana”.
Podría prestarse a risa si este concepto de “fascismo islámico” no hubiera sido (...)