“Por aquel entonces, los yacimientos mineros estaban necesitados de una reconversión”, recuerda Frédéric Bierry, el actual presidente de la Colectividad Europea de Alsacia, resultante de la fusión de los departamentos del Alto Rin y del Bajo Rin. En los años 1990, el cierre programado de las minas de potasa de Alsacia invitaba a imaginar el almacenamiento de residuos últimos en galerías excavadas en la propia sal gema, a unos 550 metros de profundidad bajo la comuna de Wittelsheim, cerca de Mulhouse.
En 1997, el prefecto del Alto Rin autoriza a la empresa Stocamine, una filial de la sociedad pública Minas de Potasa de Alsacia (MDPA), a gestionar “un almacén subterráneo reversible de residuos industriales” no radiactivos, todos ellos sólidos, inertes y no inflamables. La autorización contempla el soterramiento de 320.000 toneladas de residuos bajo el emplazamiento de la mina Joseph-Else. Entre 1999 y 2002, 44.000 toneladas de residuos son repartidas poco (...)