A treinta kilómetros al sur de la ciudad de Indore, en el estado central de Madhya Pradesh, la carretera rocosa divide en dos el pueblo de Panthbadodiya y lo hunde en una constante nube de polvo. En este inmenso “corazón de la India”, que alberga en sus áridos paisajes a la mayor población “tribal” del país, la malnutrición golpea más duramente que en ninguna otra parte. Sobre un lado de la carretera, alejadas de las demás viviendas, las mujeres de la etnia bhil se juntan en una estera tendida al sol, frente a las casas hechas de tierra y de paja seca. Los bhils, mayoritarios en el distrito, son una tribu aborigen, según la clasificación heredada del ocupante inglés, o scheduled tribe, según las categorías establecidas por el gobierno indio en el marco de la política de “discriminación positiva” a favor de las comunidades y de las castas necesitadas.
Mamatabai Punjraj (...)