Visto con ojos contemporáneos, el registro fotográfico de memorias familiares y actos sociales que presenta el libro Vidas privadas de la Barcelona burguesa tiene una enorme relevancia, pues clarifica los códigos y valores que cohesionaban a esa clase social. Las fotografías provienen de archivos privados y colecciones públicas, y permiten analizar cómo la burguesía de finales del siglo XIX y principios del XX disfrutaba del poder y del ocio, y cómo dejaba constancia de sus modelos de auto-representación.
Ver a las damas confortablemente en sus salones haciendo costura o tocando instrumentos musicales, mientras los caballeros jugaban al ajedrez o las cartas, es el reflejo idealizado de la estratificación que hacía que esos mismos hombres combinaran a la esposa y madre de sus hijos con las amantes, en un sistema donde la sumisión por razones de género y de clase estaba claramente establecida.
Las imágenes, en su mayoría resultantes de posados específicos (...)