La imagen de la calle como metáfora del pueblo movilizado contra la nueva injusticia social parece tener una aceptación universal: se llamó “la calle árabe” a los florecientes movimientos de protesta en Oriente Próximo y en el Magreb; un mítico conflicto –recientemente reactivado en Estados Unidos– oponía “Wall Street” a “Main Street”, mientras que a las numerosas manifestaciones registradas en Francia se las denominó "el poder de la calle". De la misma forma, el manifiesto del colectivo español Democracia Real Ya evoca ante todo en términos urbanos (los “hombres y mujeres de la calle”) a quienes se percibe como las principales víctimas de los dos procesos que cuestionan: la captación del poder y de las riquezas por una elite política y económica restringida pero compacta.
Al tomar como nombres Acampada Sol, Toma la plaza o No nos vamos, el movimiento español del 15 de mayo no utiliza sin embargo la calle (...)