Este 27 de noviembre, al igual que todos los años, Batticaloa, ciudad tamil situada sobre la costa este de Sri Lanka, celebra el “día de los héroes”, en memoria de los 17.000 guerrilleros de los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE) muertos en veinte años de combates. Pero este año, la conmemoración tiene un carácter casi oficial: legalizados, los separatistas han cubierto la ciudad de banderas del LTTE y han levantado una carpa para exponer las fotos de los miles de “mártires” de la región. El ejército esrilanqués patrulla, en medio de un ceremonial a mayor gloria de sus enemigos. Sin tensiones, sin armas, los jóvenes soldados incluso realizan compras. Proceso de paz obliga; todos parecen esforzarse para que este día se desarrolle sin incidentes.
Desde 1983, los tamiles hindúes del noreste –un 18% de la población– están en guerra contra el Estado central, dominado por los cingaleses budistas. Mimados (...)