Solidarios de la lucha de los ucranianos contra la agresión rusa, algunos militantes de izquierda han elevado el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos a la categoría de principio absoluto. Los que se proclaman seguidores de la tradición marxista no dudan en apelar a ella para justificar su compromiso. En realidad, tanto Karl Marx como Friedrich Engels y algunos de los marxistas revolucionarios que los sucedieron se plantearon el asunto del derecho de autodeterminación sin ver en él una exigencia inviolable al margen de las circunstancias históricas.
Al hilo de sus reflexiones sobre el periodo de revoluciones y contrarrevoluciones en la Europa de mediados del siglo XIX –conocido por el nombre de “primavera de los pueblos”–, Engels publicó una serie de artículos particularmente virulentos contra las pretensiones de autonomía nacional de eslavos, checos, serbios, moravos, rutenos, croatas y eslovenos; pretensiones que los Habsburgo instrumentalizaron para alzarlos contra las revoluciones (...)