Diseñadas en condiciones de urgencia para luchar contra la covid-19, las vacunas Comirnaty (de Pfizer/BioNTech) y Spikevax (de Moderna) han supuesto un “avance terapéutico de calado”, con una “reducción significativa del riesgo de formas sintomáticas, incluso graves”, según afirma la única revista médica francófona independiente de la industria. En enero de 2022 Prescrire les concedió su premio “Píldora de Oro” correspondiente a 2021, al considerar que habían aportado “un avance terapéutico decisivo en un ámbito en el que tanto pacientes como personal sanitario se encontraban totalmente desamparados”.
En plena pandemia mundial, con muchos sistemas sanitarios exánimes por su crónica desfinanciación, sobre todo en Francia, la llegada de estas vacunas fue saludada como la promesa de una vuelta a la vida “normal”. La proeza científica es innegable, pero no puede ocultar los fallos de las autoridades sanitarias y reguladoras y la falta de información a los ciudadanos. Debido a la enorme financiación (...)