Ayudas directas: introducidas por la reforma de 1992 (80% del presupuesto de la PAC), están dirigidas a dar a los agricultores un ingreso mínimo garantizado, independientemente de la cantidad producida (“desconexión”), con el fin de evitar cualquier sobreproducción y de eliminar las distorsiones del comercio. Anteriormente, el sistema se apoyaba en precios garantizados por compras públicas en los mercados. Las ayudas directas vienen a compensar la caída de los precios garantizados.
Balance de salud de la PAC: este balance es un acuerdo firmado por los ministros europeos de Agricultura, en noviembre pasado. El Balance de salud se encargará de modernizar la PAC, e incluye varias medidas, entre ellas la supresión progresiva de las cuotas lecheras, la desconexión de las ayudas, y la condicionalidad para el pago de algunas ayudas.
Desconexión: se habla de desconexión cuando las ayudas se asignan en relación con la superficie de explotación y no están vinculadas a la (...)