Si la expulsión de “islamitas” fuera un arte, seguramente la telenovela de Folembray de agosto de 1994, puesta en escena por Charles Pasqua, figuraría entre las obras maestras olvidadas. Antes de ser enviados a Burkina Faso, con el pretexto de una “expulsión de absoluta urgencia”, unas 20 personas pasaron un mes tras las rejas de un cuartel de gendarmería de esta pequeña ciudad de Aisne, ante la mirada de las cámaras de televisión y de los objetivos de los fotógrafos.
Todo comenzó el 3 de agosto, con el asesinato de cinco franceses en Argel, lo que lanzó a Francia a la “segunda guerra de Argelia”. Aprovechando las circunstancias, Pasqua, ministro del Interior desde 1993, emprendió una política espectacular que articulaba la lucha contra el islamismo y una gestión segura de la inmigración. Además de la prohibición de algunas publicaciones islámicas y de la expulsión de un imán turco inmediatamente detenido por (...)