En Tombuctú, el gradual descubrimiento de viejos manuscritos, algunos de los cuales se remontan hasta el siglo XIII, está en vías de convertirse en un desafío histórico para toda África. Más de 15.000 documentos ya han sido exhumados y catalogados bajo la defensa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco); otros 80.000 todavía duermen en alguna parte en cofres o en el fondo de los desvanes de esta ciudad mítica. La descomposición por una parte y el saqueo de los traficantes por otra amenaza estos preciosos escritos, que fueron la gloria del valle del río Níger entre los siglos XIII y XIX.
Obras muy raras, escritas en árabe y, a veces, en fulani (o peul, idioma de los pueblos del África Occidental) por eruditos originarios del antiguo imperio de Mali, llegan a Suiza, donde se las maquilla para mejorar su apariencia, antes (...)