Pese a su brevedad, y sólo en aparente contradicción con el título, representa Contra la comunicación un alegato en pro de una modalidad de comunicación diferenciada y comprometida con la difusión de conocimientos. Mario Perniola, profesor de Estética en la Universidad Tor Vergata de Roma, divide la obra en dos partes simétricas. Si en la primera diagnostica críticamente el alcance de la comunicación de masas, con la vehemencia y decisión del panfleto (de acuerdo a lo que el título sugiere), la segunda trata dicha cuestión desde la perspectiva de la filosofía del arte y la cultura.
La Estética se postula así como alternativa al carácter indiferenciado y camaleónico de una comprensión que no entiende de matices (“¿Cómo evitar dejarse romper los tímpanos por el estruendo de la comunicación?”). Es precavido Mario Perniola en la aplicación de una disciplina que ha sido tildada de ideológica, como en la obra Terry Eagleton (ed. (...)