Así como en 1954 el proyecto, de origen francés, de crear una Comunidad Europea de la Defensa (CED) fue rechazado por el Parlamento, la iniciativa –también francesa e igualmente ambiciosa– de un Tratado Constitucional Europeo (TCE) fue reprobada por sufragio universal en 2005. ¿Se confirmará el paralelismo de ambos episodios? El rechazo de 1954 fue seguido, tres años más tarde, por la firma de los dos Tratados de Roma, uno de los cuales creaba la Comunidad Económica Europea (CEE), y el otro la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom). ¿Desembocará el episodio de 2005 en un nuevo tratado constitucional con vocación refundadora, dentro de tres años?
El “no” francés, reforzado por el de los holandeses, marcó una bifurcación en el curso del proyecto europeo. La declaración de Berlín del 25 de marzo de 2007, que celebró los éxitos confirmados de un proceso de medio siglo, tomó nota de ese fenómeno, (...)