En abril de 2006, el ministro indio de Desarrollo de Recursos Humanos anunció la ampliación de los cupos de puestos reservados (reservations) a “otras clases atrasadas” (Other Backward Classes, OBC) en las instituciones educativas financiadas por el Estado. Esta decisión suscitó cierto descontento entre los estudiantes, los profesionales liberales y otros sectores de la clase media. Pero, al haber consenso entre los partidos políticos –tanto de izquierda como de derecha– sobre la medida, las protestas fracasaron.
Lejos quedaba el violento movimiento de protesta que, en 1990, se opuso a la decisión del entonces primer ministro, Vishwahnath Pratap Singh, de extender los cupos de contratación (reservations) en la función pública. El “consenso” político actual refleja a la vez la creciente influencia política de las OBC en estos últimos quince años y la tendencia a poner los “puestos reservados” al servicio de objetivos políticos inmediatos.
A diferencia de Estados Unidos, donde la pertenencia a (...)