En el espacioso salón de la Bolsa de Estrasburgo, los electores votan varias veces este 23 de abril, durante la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas. Tras sus obligaciones cívicas, se les invita a rellenar dos papeletas alternativas: una permite asignar una nota a cada candidato (voto por evaluación); la otra, dar su voto no a uno, sino a tantos competidores como se desee (voto por aprobación). El ganador será el que acumule más votos o puntos. En total, 6.358 personas se prestaron al experimento en cinco municipios franceses: Estrasburgo, Grenoble, Hérouville-Saint-Clair, Crolles y Allevard. Siete investigadores provenientes de varias universidades francesas y del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS por sus siglas en francés) dirigían esta operación, bautizada como “Voter autrement” (“Votar de otro modo”).
El bajo número de escaños obtenidos por la oposición de derechas y aún más por la de izquierdas en la última Asamblea Nacional plantea (...)