Una política abiertamente discriminatoria hacia las minorías musulmana y cristiana. Un balance económico y social más que decepcionante. El contexto no era nada favorable… Y sin embargo, el primer ministro nacionalista hindú acaba de renovar su mandato con una cómoda mayoría. En las elecciones legislativas a las que habían sido llamados 900 millones de indios (alrededor de una décima parte de la población mundial), Narendra Modi y su partido, el Bharatiya Janata Party (BJP, Partido Popular Indio), obtuvieron 303 escaños de un total de 543. No precisan del apoyo de otras organizaciones de su coalición, la Alianza Democrática Nacional (National Democratic Alliance, NDA), para gobernar (véase el recuadro).
Hábilmente, el primer ministro simplemente obvió los temas polémicos. Hizo una campaña que le permitió desviar la atención de una economía que atraviesa un bache sin precedentes desde los años 1990: la mayor tasa de paro en cuarenta años, crisis del sector agrícola, (...)