Con un sombrero de color oscuro enroscado en la cabeza, Cyrus Ngo’o sale de casa rumbo al Puerto Autónomo de Duala (PAD), la empresa estatal de la que es director. En aquel 1 de enero de 2020 se va a reunir con un grupo de empleados congregados en un muelle. Es un día especial, y no solo por ser el primero del año: su empresa, que administra el principal puerto de Camerún, recupera el control de su terminal de contenedores. Hace tan solo un día, esta infraestructura altamente estratégica aún estaba en manos de Douala International Terminal, la empresa creada por el grupo francés Bolloré y su socio danés A. P. Møller-Mærsk.
Este cambio de calado es de difícil asunción por parte de algunos: las dos multinacionales intentaron prorrogar su contrato, a lo que la autoridad portuaria se negó. Tras una larga batalla y para sorpresa de todos, el francés, con toda (...)