Con el telón de fondo de la Revolución francesa y el compromiso de esquilar los prejuicios predominantes e institucionalizados contra las mujeres, Mary Wollstonecraft (1759-1797) escribe Vindicación de los derechos de la mujer (1790). Un tratado que aboga por la extensión de los derechos de los revolucionarios franceses a las mujeres y que propone la razón y la mente como vehículos en su particular odisea hacia la libertad.
Esta escritora y filósofa inglesa concede a la educación el poder de avivar en el sexo femenino las energías dormidas y de procrear en las mujeres la necesidad de cultivar el ejercicio de la razón. Su dilatada defensa de la educación la sitúan en la corriente de pensadoras, tales como Mary Astell, que inciden en la necesidad de la educación para adquirir y potenciar el uso del conocimiento.
Wollstonecraft, contagiada por el aura podrida de un mundo femenino esclavizado y convencida (...)