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Segregación cotidiana en Irlanda del Norte

El 24 de noviembre de 2006 marca la fecha en la que expira el plazo fijado por Londres a los dos principales partidos de Irlanda del Norte, el Sinn Fein y el Partido Unionista Demócrata (DUP), para encontrar un acuerdo que les permita gobernar conjuntamente, a no ser que quieran que las autoridades británicas continúen ejerciendo directamente el poder. Pero el abismo que les separa es tan grande que católicos y protestantes viven en mundos paralelos. Además durante estos últimos años se ha producido una consolidación de identidades “étnicas”.

por Cédric Gouverneur, julio de 2006

Ballymena cuenta con 30.000 habitantes, 80% protestantes y 20% católicos. Es una ciudad próspera donde –según las últimas estadísticas policiales– entre abril y agosto de 2005 se registraron 80 incidentes sectarios. La iglesia católica de Harryville, situada en un barrio protestante, fue atacada con bombas incendiarias, y durante dos años sus fieles fueron intimidados por manifestantes agresivos cada sábado por la tarde cuando se dirigían a la misa. Delante del edificio alguien pintó una gran mano roja, símbolo del Ulster leal a la Corona. A poca distancia puede verse un mural en homenaje a la Asociación de Defensa del Ulster (UDA), compuesta por paramilitares nostálgicos del Ulster autónomo (1921-1972). “Un parlamento protestante y un Estado protestante”, según reconocieron sus propios gobernantes, que discriminaba a la minoría “papista”, particularmente durante las elecciones, y en el acceso al trabajo y a la vivienda... Vinculados a la extrema derecha británica, esos partidarios de (...)

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