Transportes, agricultura, plásticos, vestido, medicamentos...El petróleo está por todas partes. Al inscribirse en una perspectiva ecológica el antiguo ministro de Ordenación del Territorio y de Medio Ambiente Yves Cochet considera sin embargo que, trastornando los modos de producción y de consumo, la subida rápida de precios de los hidrocarburos, prevista para antes de finales del decenio, implica una revisión completa de nuestros modos de vida: “El fin de la era de la energía a buen precio (...), es el fin del mundo tal como nosotros lo conocemos” precisa.
Este choque inédito produce una triple crisis – económica (exceso estructural de la demanda sobre la oferta), política (multiplicación de conflictos para dominar un recurso en vías de encarecimiento) y geológica (agotamiento del petróleo de fácil acceso)–, implica un decrecimiento sostenible del consumo de hidrocarburos y la inflexión hacia una “sociedad de sobriedad”: “Los países industrializados pueden elegir entre dos opciones, afirma el (...)