La cuenta atrás llega por fin a cero. Una nube blanca se forma en la pantalla de China Network Television (CNTV) y la emoción invade el rostro del presidente Evo Morales. Los brazos articulados de la rampa liberan el cohete Larga Marcha 3B que, rápidamente, se desprende de la atracción terrestre. Ese 21 de diciembre de 2013, el lanzador chino pone en órbita al primer satélite de telecomunicaciones de la historia de Bolivia, el Tupac Katari (TKSAT-1).
El acontecimiento, histórico para la nación andina, ilustra el estrechamiento de las relaciones diplomáticas, económicas y tecnológicas entre el gigante asiático y América Latina desde mediados de los años 2000. Estados Unidos ha cedido a China su puesto de primer socio comercial de algunos de los países de su antiguo “patio trasero”. En La Habana, durante la segunda cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), los días 28 y 29 de (...)