La Primavera Árabe no es un acontecimiento, es un proceso. Para los países más comprometidos en el camino de la emancipación política, la pregunta crucial es: ¿Puede institucionalizarse la democracia? Aun cuando los progresos siguen siendo frágiles y las relaciones entre sociedades y Estados sean conflictivas, la pregunta reclama un sí cauteloso. En algunos de los países implicados, asistimos al establecimiento de instituciones democráticas. Respecto de si el proceso de reforma y mutación todavía puede extenderse a otros países de Oriente Próximo, esto dependerá de una larga serie de factores: tensiones religiosas, movilización política, capacidad de adaptación de los regímenes gobernantes y cuestiones geopolíticas.
Donde las perspectivas de futuro parecen más prometedoras es en el norte de África. La institucionalización de la democracia supone una convergencia de la vida política en torno a los tres ejes que sustentan el Estado de derecho, a saber: las elecciones, el Parlamento y la (...)