Un informe del Banco Mundial del 29 de marzo de 2006 estima que con un crecimiento del 2,8% previsto para 2006, “la economía japonesa demuestra que ha salido finalmente de su largo periodo de estancamiento de diez años”. Pero para millones de jóvenes japoneses el futuro es incierto. Desde que la economía se sumió en los abismos de la recesión, hace una década, deben aprender a vivir al día.
Hiroko Nomura, una joven de 28 años, vive con dificultades desde que egresó de la Universidad Waseda en Tokio, en marzo de 2000. Ese año, por primera vez en la historia, la tasa de empleo de los jóvenes profesionales ha caído hasta alcanzar el 55,8%. Al igual que muchos de sus amigos, Nomura se encontró sin empleo, librada a su suerte. “Después de haber enviado sin éxito unos sesenta currículos, estaba dispuesta a aceptar cualquier puesto”, explica. Habiendo previsto durante un tiempo (...)