En Italia, el movimiento francés contra el Contrato de Primer Empleo (CPE) fue motivo de sorpresa. Salvo diarios explícitamente de izquierdas como Il manifesto y Liberazione, la prensa, si no lo ocultó, en todo caso lo subestimó. Ubicados en el centroizquierda, La Repubblica y el Corriere della sera, al igual que la cadena de televisión RAI 1, prefirieron hablar de una rebelión generacional y privilegiar los aspectos más violentos –al menos hasta que el movimiento desestabilizase al Gobierno francés.
No sólo las imágenes con llamas son más fotogénicas, sino que permiten no interrogarse sobre lo fundamental. Iniciada por estudiantes de secundaria y universitarios en lucha contra la precariedad del trabajo que bloquea sus futuros, esta rebelión involucró también por una parte a los profesores e incluso a rectores universitarios, por la otra a los sindicatos, por una vez todos unidos. Lo que significa que abarcó a distintas generaciones.
En Italia, todo el (...)