Como efecto de las sanciones occidentales contra Rusia, las empresas petroleras y gasistas estadounidenses obtuvieron, entre abril y septiembre de 2022, un beneficio récord de 200.000 millones de dólares (Financial Times, 5 de noviembre de 2022). Esta cifra resulta en gran parte de las frenéticas compras de gas natural licuado (GNL) por parte de los países de la Unión Europea, para compensar el cierre del grifo ruso. De tal manera que lo que están haciendo el escudo tarifario francés (110.000 millones de euros entre 2021 y 2023) y la bazuca alemana (otros 200.000 millones) es derramar dividendos sobre los productores de gas de esquisto. Pero estos beneficios privados estadounidenses subvencionados por las autoridades públicas europeas no son suficientes.
A principios de noviembre, unos treinta buques metaneros cargados de GNL por valor de 2000 millones de dólares chapoteaban frente a las costas de España y a las terminales del norte de Europa. (...)