La península coreana ha experimentado una escalada de tensión tras un espectacular desfile militar organizado en Pyongyang con motivo del aniversario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung (1912-1994), y para el de la fundación del Ejército popular, sumados al envío, por parte de Washington, de una armada aeronaval al mar de Japón (mar del Este para los coreanos). Las fulminaciones y amenazas de Donald Trump y de Kim Jong-un, ambos preparados según dicen para enfrentarse, han aumentando la febrilidad en las cancillerías.
En efecto, estas escaladas de tensión son recurrentes desde la suspensión de la guerra entre el Norte y el Sur (1950-1953) mediante un armisticio tras el cual nunca se firmó ningún tratado de paz. Y las amenazas de una intervención militar estadounidense no son nada nuevo: ya se esgrimieron en 1969 cuando la República Popular Democrática de Corea (RPDC) abatió un avión espía estadounidense que sobrevolaba por (...)