Las cancillerías occidentales acogieron con estupefacción e incomprensión los resultados de la votación, el 2 de marzo de 2022, de la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que condenaba la agresión perpetrada por Rusia e instaba a la retirada inmediata de sus tropas de Ucrania. El texto fue adoptado por una gran mayoría (141 votos de 193), pero la mitad de los países que no le dieron su apoyo fueron africanos (17 abstenciones de 35, más un voto en contra). Por añadidura, ocho Estados del continente no participaron en el escrutinio, inaugurando así una práctica desde entonces bien asentada de absentismo calculado. África es la región más reticente a seguir la dinámica de condenas y, al mismo tiempo, la más dividida en cuanto a su reacción ante el conflicto: solo cerca del 50% de sus capitales aprueban los textos sometidos a su consideración.
En la vanguardia de la (...)