Durante su visita a Roma el 24 de octubre de 2022, Emmanuel Macron se reunió con el papa Francisco durante casi una hora. En el transcurso de esta audiencia a puerta cerrada, el jefe de Estado francés se distanció de los llamamientos al diálogo entre Moscú y Kiev formulados por el obispo de Roma: “Una paz es posible, solo aquella que [los ucranianos] decidan, cuando la decidan, y que respete sus derechos como pueblo soberano”, declaró en aquella ocasión el presidente.
Desde el comienzo de la guerra, las posiciones adoptadas por el jefe de la Iglesia católica han incordiado, y hasta irritado, a las cancillerías occidentales y de Ucrania. En Pascua, el viacrucis organizado por el Vaticano, durante el que dos familias, una rusa y otra ucraniana, llevaron juntas un crucifijo hasta el Coliseo, indignó a las autoridades políticas y religiosas de Kiev, que lo vieron como un deseo de repartir (...)