El 30 de noviembre de 2017, Laurent Gbagbo, expresidente de Costa de Marfil, comenzó su séptimo año de prisión en el centro de detención del Tribunal Penal Internacional (TPI) en La Haya (Países Bajos). Antes de esta encarcelación, había vivido cerca de ocho meses encerrado, sin posibilidad de ver la luz del día, en el norte de su país. A pesar de la duración anormalmente larga de esta detención provisional, dos de los tres magistrados del TPI responsables de juzgarlo se niegan a concederle la libertad condicional.
No obstante, todo indica que su procedimiento judicial, iniciado en enero de 2016, terminará con un estrepitoso fracaso para la fiscalía, con la gambiana Fatou Bensouda a la cabeza, la cual ha instruido este caso, presentado como el más importante del TPI desde su creación en 2002. El proceso se ha visto salpicado por numerosos incidentes que han provocado con regularidad la suspensión de (...)