Desde septiembre de 2014, Yemen se hunde en un terrible conflicto. Esta guerra, tanto civil como regional, es descrita con frecuencia en Occidente como “oculta” u “olvidada”, pues permanece en gran medida al margen de las preocupaciones de las grandes potencias y de los medios de comunicación de masas.
La crisis humanitaria se traduce en la epidemia de cólera más importante jamás registrada (cerca de un millón de casos sospechosos desde marzo de 2017 según la Cruz Roja) y por una hambruna que amenaza al 70% de los 30 millones de habitantes. Pese a todo, apenas remueve conciencias. El elevado número de pérdidas humanas, actualmente superior a las 10.000 víctimas directas registradas en enero de 2017 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) –la mitad es población civil–, no induce presiones significativas sobre los beligerantes para que cesen los combates de una guerra alimentada por los actores regionales. La coalición (...)