Aún deben esclarecerse numerosos detalles de la manera en la que un comando de la marina israelí se apoderó del Mavi Marmar, el buque insignia de la flotilla de ayuda humanitaria para Gaza, la madrugada del 31 de mayo de 2010. Cualesquiera que sean los resultados de la investigación, este ataque israelí muestra dos nuevos desarrollos en el conflicto, a la vez paralelos y ligados: la creciente politización de la asistencia humanitaria y la mayor desconfianza de las autoridades israelíes respecto de las organizaciones de defensa de los derechos humanos y el derecho internacional.
Salvo raras excepciones, los ataques directos y programados contra agentes humanitarios o militantes de los derechos humanos (incluso aquellos que no respetaron el principio de neutralidad) han sido sobre todo obra de milicias rebeldes, bandas de criminales y Estados policiales. Entre ellos, los talibanes, el ejército de la República Serbia de Bosnia, los insurgentes iraquíes y los (...)