Frágiles y carcomidos por conflictos en los que prosperan dictaduras corruptas, Oriente Próximo, Magreb y sus alrededores han sufrido, desde el 11-S y el inicio de la “guerra contra el terrorismo”, cuatro intervenciones occidentales de gran envergadura, a las que se les suman las guerras israelíes en Líbano y Gaza. Estas intervenciones han contribuido al debilitamiento de los estados y a la propagación de los grupos yihadistas. Como lo muestra el mapa, cantidades de combatientes cruzan las fronteras y exportan sus ideas, sus métodos de acción, su experiencia. Los conflictos atraen voluntarios de todas partes, incluida Europa.
Afganistán, septiembre de 2001. Después de los ataques contra las torres en Nueva York y contra el Pentágono en Washington, Estados Unidos derroca al régimen de los talibanes instalado en un Afganistán arrasado por la guerra contra la invasión soviética. La retirada completa de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (...)