Desde hace varios meses, las disputas de soberanía en el Mar de China no cesan de enconarse. En abril de 2012, los guardacostas de Filipinas amenazaron con disparar contra buques pesqueros chinos en las aguas disputadas del arrecife Scarborough. En junio, Vietnam decidió abrir vías navegables cerca de las islas Spratly y Paracelso; China respondió anunciando próximas implantaciones en ese archipiélago desértico. En septiembre, se atizaron las tensiones en torno a las islas llamadas Senkaku en Japón y Diaoyu en China. Después de que el gobierno nipón anunciara la nacionalización de un puñado de islotes volcánicos deshabitados, Pekín replicó con sanciones económicas y manifestaciones antijaponesas en varias grandes ciudades del país y enviando a guardacostas a la zona del conflicto.
Esta escalada es una muestra de la nueva política china de la “afirmación reactiva”, que aprovecha la ocasión del más mínimo incidente en las fronteras para proceder a una demostración de (...)