La ambición tailandesa de convertirse en “la cocina del mundo” se ha visto severamente obstaculizada por la epidemia de gripe del pollo que arrasa Asia a partir de mediados de diciembre de 2003. Desde enero de 2004 más de 20.000 toneladas de aves de corral, rechazadas por las autoridades japonesas, europeas y surcoreanas, fueron devueltas a sus productores tailandeses. En ocho países asiáticos esta epidemia sin precedentes mató más de 100 millones de aves, la mayoría sacrificadas como medida profiláctica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo sonar la alarma cuando en 1997 detectó que ese virus (llamado H5N1) infectaba no sólo a las especies animales sino que también podía transmitirse a la humana. Las autoridades sanitarias temían sobre todo que el virus se contagiase de persona a persona, aun sin tener contacto directo con el ave portadora. En la memoria colectiva todavía planeaba el precedente del Síndrome Respiratorio Agudo (...)