“Las negociaciones tendrían que haber empezado con la decisión de detener las obras en las colonias. Pero pensamos que podíamos lograrlo gracias a la descomposición del Gobierno israelí. Así que lo dejamos pasar.” Entrevistado por el conocido periodista Nahum Barnea, del diario israelí Yediot Aharonot, en el marco de una investigación sobre el fracaso de las negociaciones palestino-israelíes, el alto funcionario estadounidense –cuyo nombre queda en el anonimato– prosigue: “No habíamos comprendido que [el primer ministro israelí, Benjamín] Netanyahu usaba las licitaciones de las obras en las colonias para garantizar la supervivencia de su propio Gobierno. Tampoco habíamos entendido que la prosecución de dichas obras ayudaba a que algunos ministros sabotearan, de un modo muy eficaz, el éxito de las negociaciones. [...] Sólo ahora, tras el fracaso de las conversaciones, nos hemos dado cuenta de que estas obras [de 14.000 viviendas] equivalían a una expropiación de tierras a gran escala.”
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