Para desarrollar su economía, Etiopía apuesta por el sector textil manufacturero. Adís Abeba multiplica los esfuerzos por atraer a los gigantes de la confección, que pueden importar sus máquinas sin costes aduaneros o incluso beneficiarse de una exención impositiva durante diez años. Esta estrategia parece que está dando resultado: el país ocupa actualmente la segunda posición –por detrás de Vietnam– en materia de inversión extranjera en la industria textil.
De esta manera, Etiopía atrae a grandes marcas de ropa y calzado, como la francesa Decathlon o la firma sueca H&M. La empresa china Huajian, que confecciona calzado para Calvin Klein y Guess, también ha escogido este gran país del Cuerno de África, con sus 105 millones de habitantes y… sus obreros de bajo coste. El salario mensual etíope, en torno a 35 euros, no tiene parangón, por ejemplo, con el de los asalariados chinos (más de 500 euros de media).
Otra ventaja (...)