"¡Viva la ética en los negocios!" "¡Viva la empresa moral!". Estas consignas escuchadas en el Foro Económico de Davos expresan un deseo: que el capitalismo se recupere sobre bases saneadas. Va a ser duro. Porque en el momento mismo en que se manifestaba ese deseo, estallaba en toda su magnitud el caso Parmalat. Calificado como el escándalo financiero más grande de Europa desde 1945, permite presagiar ondas de choque parecidas a las ruinosas consecuencias que provocó en diciembre de 2001 la quiebra fraudulenta del intermediario en energía Enron.
Parmalat era el ejemplo del éxito impulsado por la dinámica de la mundialización liberal. Pequeña empresa familiar de distribución de leche pasteurizada instalada en los alrededores de Parma en la década de 1960, se desarrolló gracias a la habilidad de su fundador, Calisto Tanzi, y a las generosas subvenciones de la Unión Europea. A partir de 1974 Parmalat se internacionaliza y se instala (...)