La cuestión de las relaciones con Israel no para de reaparecer en las primarias republicanas, incluso aunque el escrutinio tenga lugar en un estado del sur en el que la cantidad de electores judíos es ínfima. Durante mucho tiempo, el ritual sólo concernió a las primarias demócratas, sobre todo a las de Nueva York (en particular en 1980, 1984, 1988, etc.). Uno de los candidatos, e incluso varios, reclamaba que la Embajada de Estados Unidos en Israel fuera trasladada de Tel Aviv a Jerusalén (lo que equivaldría a reconocer la soberanía del Gobierno israelí en toda la Ciudad Santa). Después, ya terminadas las primarias de Nueva York, los presidentes, demócratas o republicanos, mantenían la Embajada en el mismo lugar. Y otro candidato volvía a empezar cuatro años más tarde.
Esta vez son los republicanos. Algunos días antes del escrutinio de Iowa, el candidato Ted Cruz anunció que, una vez elegido presidente, (...)