Túnez, miércoles 2 de marzo. Reunidos bajo el “alto patronazgo” del presidente Béji Caïd Essebsi, el Consejo de ministros árabes del Interior adopta un texto que condena las “prácticas y los actos terroristas” de Hezbolá, acusado de querer “desestabilizar algunos países árabes”. Este cuestionamiento frontal es el resultado de una intensa presión de los representantes de las seis monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que ya habían adoptado un texto en ese sentido el mismo día. Pretenden denunciar el apoyo militar del partido libanés al régimen de Bachar el Asad y aislarlo en el ámbito diplomático.
En Túnez, al igual que en Argelia y en Marruecos, la difusión de ese comunicado provocó un clamor de protesta inmediato en las redes sociales. En esta región del mundo árabe de fuerte predominio suní, Hezbolá, aunque se inscribe en la rama chií, sigue siendo muy popular desde su guerra contra el Ejército (...)