En enero de 2014, los zapatistas del Chiapas mexicano invitan a varios centenares de intelectuales internacionales a celebrar el XX aniversario de su levantamiento. Ninguna pregunta va a quedar sin respuesta, prometen, siempre que los invitados consientan de antemano compartir la vida diaria de la organización: su resistencia a las agresiones del ejército mexicano, su batalla por la subsistencia alimenticia, su búsqueda de no reproducir las estructuras autoritarias de antaño. Durante la ceremonia de cierre, después de una semana de inmersión, los visitantes pueden hacer las preguntas que ya no pueden esperar más. Una joven estadounidense levanta la mano: “Todo lo que he visto aquí me ha interesado mucho pero un punto no me queda claro: ¿cuál es su posición en la cuestión queer?”. En el estrado, el representante de los zapatistas se queda mudo…
¿Un sur demasiado poco atento a los combates de algunos militantes occidentales? También sucede que los (...)