Maidan, la Plaza de la Independencia en Kiev. ¿Cómo olvidarla? A finales de 2004, la “Revolución Naranja” había convocado allí a los canales de televisión del mundo entero. Esta vez ofrecía un nuevo espectáculo, pero de otro color: se vestía de rojo, con la hoz y el martillo estampados. Ese 9 de mayo de 2007, la “Victoria sobre el fascismo” cumplía 62 años. Y Ucrania lo recordaba. Sobre el boulevard Kreschiatik cercano a la plaza avanzaban los veteranos del Ejército Rojo y de los Partisanos, cubiertos de medallas. En los altavoces resonaba el famoso himno a la rebelión de 1941: “De pie, inmenso pueblo, frente a las tinieblas del fascismo, se libra la guerra popular, la guerra sagrada”.
En este ritual muy soviético, la joven democracia ucraniana estaba sin embargo bien representada: la oposición naranja (actualmente minoritaria), su líder, jefe de Estado y del Partido Nuestra Ucrania, Víktor Yúshenko, la “musa” (...)