La Alta autoridad de lucha contra las discriminaciones y por la igualdad (Halde) empezó mal, lo que inquieta a las distintas asociaciones de lucha contra las discriminaciones, que rechazan una instancia que estaría, de hecho, bajo tutela. Creada por la ley del 30 de diciembre de 2004, el mediador Bernard Stasi renunció a presidirla. En su lugar, el Presidente de la República nombró a Louis Schweitzer, director general de Renault hasta abril de 2005. La muy gastada fórmula de Clemenceau acudió a la mente de quienes tenían alguna esperanza: “Si queréis enterrar un problema, cread una comisión”. Sin embargo, ¿no es la multiplicación de instancias especializadas el mejor desmentido para quienes invocan abusivamente al Tigre? Sean cuales fueren sus diferencias –algunas son autoridades permanentes de regulación; otras, misiones de peritaje de vida limitada– su creación traduce la tendencia, calificada a veces de “adhocismo”, a recurrir a expertos.
Esto explica la atención (...)