Si bien la anexión de Crimea es interpretada por el Kremlin como un éxito militar y político, el balance económico del año 2014, marcado por la adopción de sanciones occidentales contra Rusia, está lejos de ser positivo. La magnitud de la caída del rublo frente al dólar (-42% entre el 1 de enero de 2014 y el 1 de enero de 2015) ha borrado los avances del poder económico relativo realizados desde 2009. El país retrocedió del décimo al décimo sexto puesto en la clasificación mundial en términos de Producto Interior Bruto (PIB) al tipo de cambio corriente. Las autoridades apuntaban a una inflación reducida del 5%: se duplicó con creces llegando al 11,4%.
El crecimiento debía alcanzar un +3,5%: en el mejor de los casos será nulo en 2014 y dará lugar a una recesión en 2015 (entre -3% y -4,5% según las previsiones del Gobierno). La diversificación industrial debía (...)