Viaje a la verdad simulada
Si “atraso”, “reforma” y “apertura” han constituido las palabras clave del pensamiento predominante de los últimos treinta años, “fake news” parece resumir su obsesión actual. Además, un hilo conductor une ambos periodos: solo las noticias falsas que apuntan al partido de la reforma y de la apertura provocan indignación entre los periodistas profesionales y los dirigentes liberales. Tanto en Estados Unidos o en Alemania como en Francia, estos últimos elevan la lucha contra las “fake news” al rango de prioridad política. “En la actualidad –explicaba Emmanuel Macron en su mensaje de año nuevo a la prensa el pasado mes de enero–, el incremento de las noticias falsas va totalmente de la mano de la fascinación iliberal”. Mientras tanto, la desinformación tradicional prospera. Su eco, transmitido sin cesar, le otorga carácter de verdad –sin estimular el ahínco de los verificadores–.
por Pierre Rimbert y
Serge Halimi,
marzo de 2019
Bernard-Henri Lévy
Cronista de Le Point, Bernard-Henri Lévy compara a todos aquellos que no le agradan –la lista es infinita– con nazis. En diciembre de 2010, demasiado contento con su jugada como para verificarla, confundía al periodista de Le Monde diplomatique Bernard Cassen con el panfletista de extrema derecha antimusulmán Pierre Cassen. El semanario se negó a publicar una carta de réplica; la sala n.º 17 del tribunal de primera instancia lo condenó a su publicación (sentencia del 23 de abril de 2013). Al destacar “la insuficiencia de rigor y la carencia de fondo” de Bernard-Henri Lévy, “la gravedad y la virulencia” de su difamación, consideraba que “no se le podría conceder el beneficio de la buena fe” y, de la misma manera, impuso a Le Point una sanción de 3.500 euros. No obstante, en el mismo periódico, el mismo falseador lanzó la idea, el pasado 7 de febrero, de (...)